Latinoamérica

Aunque las sectas se difunden cada vez más en Latinoamérica, la región sigue siendo considerada el “subcontinente católico” por excelencia. Con más de 500 millones de católicos, en esta región vive un 44% de la población católica mundial. No obstante, la Iglesia en Latinoamérica se enfrenta a grandes desafíos. La pobreza, la desigualdad social, los bajos salarios, el alto grado de violencia y las consecuencias de la pandemia dificultan la vida de los fieles y el trabajo de la Iglesia en muchos lugares. En 2021, ACN pudo ayudar a la Iglesia católica de Latinoamérica con un total de 12,8 millones de euros.

Mapa de América Central y del Sur

« Las sectas violentas se propagan allí donde la Iglesia no está lo suficientemente presente »

El subcontinente latinoamericano –y con ello la Iglesia– siguió estando muy afectado por la pandemia en 2021. Numerosos obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas murieron a causa de la Covid-19. Sin embargo, la Iglesia continuó su misión de acompañar a los enfermos y ofrecer consuelo a los fieles. El problema del éxodo rural es omnipresente en toda la región. A causa de la pobreza de las zonas rurales, muchos se trasladan a las ciudades en busca de mejores posibilidades de empleo.

Como consecuencia, las ciudades crecen rápidamente y con ello también el número de fieles en las metrópolis. En ellas, la Iglesia a menudo no puede crear nuevas parroquias con la rapidez necesaria para satisfacer la creciente necesidad de atención pastoral y espiritual debido a la falta de medios económicos. A la Iglesia le preocupa además el gran número de emigrantes, procedentes sobre todo de Venezuela y Cuba; una situación que provoca grandes dificultades en los países de destino.

Iglesia en Latinoamérica: monja misionera emseña a una niña en Cuba.
Una monja misionera de Guasimal, Cuba, atendiendo a niños.

También la frecuente falta de medios de transporte y la gran extensión de las diócesis hacen que en algunos países de Latinoamérica sea un problema ofrecer atención pastoral a los habitantes. Pero eso no es todo. En los lugares donde faltan sacerdotes y la Iglesia católica no está lo suficientemente presente, se propagan cada vez más sectas y grupos evangélicos violentos. Por eso, la formación de sacerdotes, religiosos y catequistas es una prioridad principal de ACN para garantizar la atención pastoral.