En amplias zonas de Asia y Oceanía, la pobreza y las catástrofes naturales dificultan la vida de la población. El éxodo rural y la migración predominan en muchos lugares. El totalitarismo comunista, el islamismo radical y el nacionalismo religioso son algunas de las mayores amenazas para la libertad religiosa en amplias zonas de esta vasta región. A esto hay que añadir los problemas derivados de la pandemia de coronavirus, los cuales también causan gran preocupación a la Iglesia. En 2021, ACN pudo facilitar ayuda a esta región por un valor total de 20,7 millones de euros.
« El cristianismo es percibido en muchos lugares como una amenaza del extranjero »
Los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia católica en Asia y Oceanía son múltiples y varían mucho según la zona. En algunos países asiáticos, el cristianismo es visto como una influencia nociva del extranjero que amenaza el liderazgo político o la supuesta unidad religiosa de la nación. La discriminación social de los cristianos se ha intensificado aún más en muchos lugares durante la pandemia de coronavirus.

ACN ayuda a las Iglesias locales a llevar a cabo sus diversas tareas y las apoya, entre otras cosas, en la construcción y conservación de su infraestructura y en la formación de sus sacerdotes y colaboradores. La Iglesia ha estado a menudo en primera línea de la lucha contra la pandemia sin tener en cuenta las creencias religiosas de quienes buscan ayuda. En algunos lugares, las congregaciones religiosas han ofrecido incluso sus viviendas como alojamientos para cuarentenas. Por eso, nuestra prioridad durante la pandemia fue sobre todo garantizar el sustento de sacerdotes y religiosos para que estos pudieran seguir ayudando a las personas necesitadas. También facilitamos material de protección con el fin de garantizar aún más la atención pastoral.