Europa

La Iglesia católica en Europa del Este depende de ayudas del extranjero para subsistir en aquellos países en los que representa a una minoría. Debido a la pandemia, numerosas congregaciones religiosas necesitan aún más ayuda que en época normal. Además, la situación económica ha empeorado a causa del coronavirus y muchas personas se han quedado sin trabajo. También la Iglesia ha tenido que asumir pérdidas económicas. En 2021, ACN pudo ayudar a las Iglesias locales principalmente con subsidios económicos.

Mapa de Europa

La pandemia de coronavirus ha afectado gravemente a los países del centro y el este de Europa. La cifra oficial de infectados es relativamente baja, pero esto a menudo se debe a que los enfermos no comunican su infección a las autoridades y por eso no aparecen en los registros.

« Sólo en Ucrania, nuestra organización pudo financiar 365 proyectos en 2021 »

En esta región hemos concentrado nuestra ayuda especialmente en los conventos de órdenes contemplativas, que suelen ganarse el sustento mediante la elaboración de hostias, velas o vestiduras litúrgicas. Los confinamientos y las restricciones de los servicios religiosos han hecho disminuir profundamente la demanda de tales productos. También pudimos ayudar con la compra de vehículos, con el fin de preservar la movilidad de los sacerdotes y religiosas en las parroquias generalmente muy extensas del este de Europa.

La Iglesia en Europa del Este: una monja en Ucrania elabora ropa litúrgica.
Una monja de la congregación de la Inmaculada Virgen María en Ucrania elaborando ropa litúrgica.

De nuevo Ucrania fue el país de Europa que recibió el mayor número de ayudas

En 2021, Ucrania volvió a ser el país europeo al que más ayuda destinamos. También pudimos poner en marcha numerosos proyectos en Rusia y Bielorrusia, y ayudamos a la Iglesia en el sur de Europa en países como Rumanía, Albania y Bosnia-Herzegovina. En Europa Central, apoyamos a la Iglesia en Eslovaquia y en la República Checa. En el norte de Europa, nuestra ayuda se destinó principalmente a los países bálticos. También financiamos ayudamos a la Iglesia católica en Islandia o Noruega, donde se encuentra en una situación de diáspora.